Es una verdadera lástima. Pero el amor apesta, apesta verdaderamente apesta como la peor peste de las pestes imaginable dentro de lo inimaginable del mundo de las pestes, y ya nos lo venían diciendo desde chicos. Como decía, extrañaré tocar tu dentadura llena de cráteres con la lengua, absolutamente todos tus olores (¿pestes?) y por sobre todas las cosas, y esto que quede bien claro, subordinarme a vos al punto de que me pierdas el puto interes y te
De la boca para arafue.
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